
Haciendo queso de freír empezó Lácteos Echavarría en una casa de madera en Dajabón.
El dueño y un empleado (y nadie más) elaboraban el queso, no en grandes cantidades como hubiese sido el deseo, pero sí de buena calidad, lo que permitió poco a poco aumentar la clientela y en consecuencia la producción. “Después vino la USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de los EE.UU.) nos dio parte de los equipos y nos ayudó con parte de los materiales de la infraestructura; entonces de ahí surgió lo que es hoy” una empresa grande, con área de producción, empaque, distribución y también cuarto frío.
Ahora “se están procesando unas 150 o 160 piezas -de queso- más o menos. En libra eso equivale como alrededor de 700 o 800 libras de queso diario”. El producto ya no es de freír, sino Chédar y Danés. Cada barra de queso tiene unas 5 libras. “En este 2018, si Dios quiere, nuestra empresa Lácteos Echavarría seguirá produciendo productos de calidad, con buena textura, buen sabor, buena presentación y sobre todo con mucha higiene”. |