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¿Cuáles son los tipos de operaciones principales que realiza un banco?
Un banco o entidad financiera realiza y presta numerosos productos y servicios. Pero, ¿alguna vez te habías preguntado qué tipos existen?
Está claro que un banco no solo obtiene financiación de conceder préstamos o hipotecas (como una hipoteca sin ahorros, por ejemplo), ya que para prestar ese dinero, primero tiene que obtenerlo de alguna forma. Para ello, capta financiación de las cuentas de depósito, entre otros.
Por tanto, los bancos ofrecen principalmente dos tipos de productos: productos de pasivo y productos de activo. Así, los productos de pasivo tratan de captar ahorro por parte de los usuarios (por ejemplo, las cuentas corrientes); mientras que los productos de activo conceden financiación (préstamos o créditos). Vamos a profundizar en este último.
Algunos de los productos de activo que ofrecen los bancos son:
• Préstamos
En los préstamos, la entidad financiera le presta una cantidad de dinero específica al cliente, en el cual la finalidad debe estar definida. Existen dos tipos de préstamos principales: personales e hipotecarios.
• Créditos
En este tipo de producto, el cliente tiene a su disposición una cantidad de dinero y puede utilizar la cantidad que desee. En este destaca que no debe estar justificado su fin y que solo pagará intereses por lo que realmente utiliza.
• Descubiertos
Los descubiertos también se consideran productos de activo, puesto que al cliente estar en “números rojos”, el banco le adelanta ese excedido a cambio de intereses (que suelen ser más altos que en otros productos).
• Factoring
El factoring consiste en la anticipación del dinero de los derechos de cobro de los clientes por parte del banco al cliente bancario a cambio de una comisión. Esto supone una gran ventaja para el cliente, puesto que no tiene que esperar al vencimiento para obtener dinero.
En relación a los productos de pasivo, destacar las cuentas corrientes que todos conocemos, así como también los depósitos a tipo fijo. En este último, el cliente deja su dinero en el banco a cambio de no disponer de este durante un tiempo, obteniendo un interés por ello.
En conclusión, ahora que conoces las diferencias entre los productos de activo y de pasivo, conoces la gran variedad de productos que existen. Sin embargo, es importante que antes de contratar un producto tanto de activo como de pasivo, nos informemos bien sobre cómo funciona y sus características.